Así suene imposible, de acuerdo con un estudio encabezado por Steve Faulkner, de la Universidad de Loughborough (Reino Unido), dice que un baño caliente resulta más efectivo que el ejercicio físico para controlar los niveles de glucosa en los pacientes con diabetes tipo 2, y para quemar calorías.
Respecto a la diabetes en su estudio encontró el pico de glucosa fue más bajo después del baño, en comparación con el ejercicio, un hecho que para todos fue completamente inesperado. De hecho, los niveles de glucosa después de las comidas, fueron en promedio 10% más bajos que después del ejercicio.
En cuanto al gasto energético, indico Faulkner, «El gasto de energía mientras uno está en el baño. Lo que encontramos fue un aumento del 80% en el gasto energético simplemente por estar sentado en el baño durante una hora».
Faulkner cree que puede deberse en parte a la liberación de proteínas de choque térmico, que son, como su nombre lo indica, las proteínas liberadas en respuesta al calor. Son parte del sistema de defensa y diferentes estudios realizados en animales sugieren que podrían ayudar a desviar el azúcar de la sangre hacia los músculos.
Cabe anotar que el jacuzzi, y el baño en agua caliente tiene notables beneficios pero desde ningún punto de vista suprime la necesidad de la actividad física, pues estamos diseñados para estar en movimiento, igualmente que con los pacientes de diabetes tipo 2
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